Contexto histórico
El ejército franquista hacía su entrada en la ciudad de Lleida el 3 de abril de 1938, tomando todo control de esta después de las últimas resistencias republicanas. Durante tres días y tres noches se produjo un fuerte enfrentamiento entre los dos ejércitos en la ciudad que dejó miles de muertos y heridos de ambos bandos y que obligaron a las tropas republicanas a replegarse al otro lado del río Segre. Los republicanos hicieron volar todos los puentes de la ciudad para asegurar su persistencia y durante los siguientes ocho meses, aunque el grueso de la ciudad ya estaba en poder del ejército franquista, el frente de guerra quedaría dividido por el río. En el transcurso de aquellos meses el conflicto no cesó, sometiendo a la población a diario a un fuego cruzado entre las dos líneas de combate.
El 5 de abril de 1938, dos días después de la entrada del ejército nacional, tomaba posesión el nuevo gobierno municipal en forma de gestora provisional y lo hacía de la mano del capitán de infantería Valentín Martin Aguado, que sería l alcalde-gestor hasta abril de 1939. La actividad municipal, aunque de forma lenta, se puso en marcha desde el primer día. Se puso en marcha la maquinaria para hacer que el Ayuntamiento iniciara solo con el secretario, el arquitecto municipal y los funcionarios que se habían presentado voluntariamente en el consistorio, un período que supondría, al igual que en el resto del Estado español, inicio de más de treinta y cinco años de dictadura franquista.
La caída de Lleida supuso un gran triunfo por el ejército de Franco, puesto que fue la primera capital catalana que se rendía y sirvió de ensayo para la implantación de su administración, que incluía acabar con toda reminiscencia pasada suprimiendo toda actividad del Estado republicano.